El pulpo se puede capturar durante todo el año, aun que hay Comunidades Autónomas donde se prohíbe su captura durante determinadas épocas y/o se exige talla minima. Nosotros lo comemos de mil formas diferentes: a la plancha, a la brasa, con arroz, hervido, al horno, seco y, como hoy, guisado. El pulpo antiguamente era alimento de subsistencia y normalmente aparecía vinculado a las épocas de penuria. Muchísima gente se acercaba a nuestro litoral mediterráneo a fin de conseguir de ese fondo rocoso tan propicio que tenemos, algún elemento que llevarse al caldero. La receta de hoy nos la envía nuestra amiga Rosa y no tiene ninguna complicación, por lo que os animo a todos a que probéis este plato tan delicioso.
Nos hará falta:
2 tomates mediados
1 cabeza de ajos
2 cucharadas (de las de café) de pimentón
½ vaso (200 cl) de vino tinto
Aceite oliva
Dejar los pulpos en el congelador 4 ó 5 días a fin de ablandarlos. Sacarlos del congelador la víspera. Limpiar los pulpos y quitarles ojos y boca. Cubrir el fondo del caldero con aceite y sofreír los ajos machacados con el tomate partido por la mitad. Se echan los pulpos y se dejan sofreír hasta que se pongan rojos. Es el momento de agregar el pimentón, se mezcla bien e inmediatamente se riega con el vino. Dejar cocer hasta que este tierno (unos ¾ de hora dependiendo del tamaño de los pulpos). ¡¡Se me olvidaba!! indispensable una buena barra de pan para mojar la salsa ya que está para chuparse los dedos. Buen provecho
Me encanta el pulpo pero no lo he cocinado mas que con arroz. Me llevo la recetita. Una abraçada
ResponderEliminar