El lenguado es un pescado no apto para todos los bolsillos, al menos fresco. Por ello, congeneres suyos como las palayas han tenido mucha más aceptación. Debe ser por su tamaño, que no suele llegar a más de un palmo, ya que por la calidad de su carne o por la presencia de espinas, nada tiene que envidiarle al primero. Sin embargo, su precio es mucho más asequible. Este pez vive habitualmente en fondos arenosos y se entierran con los ojos fuera para capturar a sus presas. Sus ojos estan ubicados en el mismo lado y su color es marron amarillento. Normalmente es pescado con el arte del arrastre pero no es extraño verlo enredado en las redes (trasmall)
Puede asarse o freirse. Yo lo hago según su tamaño. A continuación os presento ambas formas.
Nos hará falta:
Palaia
Aceite
Limon
Harina
Sal
Limpiar de tripa las palaias y salarlas. Las grandes las pasaremos por la plancha, por los dos lados, con unas gotas de aceite y las llevaremos al plato con un trozo de limón
Las más pequeñas podemos freirlas. Para ello destripar y salar, al igual que hemos hecho con las que ibamos a asar a la plancha. Echar en un plato un poco de harina y pasar las palayas por ella por ambos lados. Calentamos abundante aceite en una sarten y freimos hasta conseguir un color dorado. Servir en un plato junto a unas rodajas de limón
2 comentarios:
Cuanto tiempo hace que no pillo yo una palaya aqui en Murcia.
Se ven super apetitosas.
Besos
efectivamente, apetitosas, y deliciosas!descubiertas en el supermercado "HIPERBER"!Nunca visto antes!
Francesca, Altea.
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