Ha llegado el verano y también el calor. Ahora solo la cocina apetitosa, sencilla, alegre y rápida es la que nos llama. Ese calor nos vuelve inapetentes por lo que antes de que la comida nos llegue al paladar creo que lo más importante es que nos convenza su aspecto. Es por ello que hoy vamos a ver otra ensalada cuyo unico secreto no va ser otro que una buena presentación. Además voy a prepararla pensando especialmente a mi buena amiga y seguidora de este blog, Marisol de Alicante quien ha decidido ponerse a dieta. Espero que le guste.
Nos va a hacer falta, como siempre para 4 personas:
1 melon de piel de sapo
24 colas de gamba congeladas
1 bolsa de canonigos frescos
10 tomatitos cherry
4 rabanitos
10 ó 12 hojas de menta fresca
Pimienta en grano
Aceite oliva
Sal
Antes que nada, hay que poner a calentar agua y sal y hervir las colas de gamba durante poco más de 2 minutos (dependiendo de su tamaño) y enfriarlas inmediatamente para que no continúen cociendo. Cortar el melon por la mitad, quitar las semillas y con un sacabolas de cocina ir vaciandolo todo. Limpiar y cortar los rabanitos en lonchas finas y los tomatitos por la mitad. En un bol colocar la bolsa de canonigos, las bolas de melon, las rodajas de rabanitos, los tomates, el queso fresco troceado (yo he comprado una caja con 24 burguitos) y finalmente las colas de gamba. Mezclar todo bien. Con el mortero picar un pellizco de sal, unos granos de pimienta negra y 3 ó 4 hojas de menta. Echar el aceite, mezclar y aliñar la ensalada. Por último, rellenar las dos mitades del melon con el contenido del bol, adornar con las hojas de menta restantes y dejar en la nevera un ratito para que refresque. Buen provecho a todos
1 comentario:
Che que bó.
Deliciosa ensalada.
Besitos
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