El almendro fue traido a la peninsula probablemente por los fenicios. A mi personalmente me agrada tanto su fruta como el arbol en si ya que en verano se aguanta verde y en invierno la oclusion de sus flores rompe con una primera nota de color en el paisaje invernal. Desde el punto de vista medicinal, el aceite de almendra dulce es espasmolitico y se emplea en el tratamiento de enfermedades del sistema urinario: es util en casos de calculos biliares y renales y mejora el tránsito intestinal. Gastronomicamente hablando, que es lo que nos interesa, las almendras se pueden comer enteras crudas o fritas, picadas son muy utilizadas en repostería y su aceite se puede usar como aromatizante en pasteles, galletas, platos salados, licores o mazapan. Hoy, por aquello del calor, vamos a preparar algo tan sencillo como un gazpacho de almendras y para ello nos hara falta.
Para 4 personas
1 diente de ajo
1 cucharada sopera de vinagre de Jerez
3 cucharadas soperas de aceite de oliva
Sal
600 cl de agua fria
Poner las almendras en un mortero lo suficientemente grande para que quepan bien, junto a un diente de ajo pelado, un pellizco de sal y picar hasta conseguir una pasta. Remojar la miga de pan en agua fria, escurrirla, añadirla al mortero y mezclar bien. Es hora de añadir el aceite poco a poco. Con el mazo del mortero continuaremos amasando hasta conseguir una especie de pasta de consistencia un poco más espesa que una mahonesa. Echar el vinagre. Ahora traspasaremos el contenido del mortero a un vaso de batidora grande, añadiremos el agua bien fria y lo mezclaremos todo bien hasta se deshaga totalmente la pasta de la almendra y nos espese. Repartirlo en tazones, adornar con 2 almendras y servir bien frio.
2 comentarios:
molt bo, i millor fresquet!!!
ME LO LLEVO A TWITER. GRACIAS, FRANCISCO. SALUDOA, PASCUAL.
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