No estaría completo este blog si no comentásemos algo tan típico en nuestra tierra como son las cocas de maíz. Su nombre varía según zonas: Minxos, cocas de maíz, cocas a la calfor, cocas de llover, bollos, cocas escaldadas etc y se refieren a unas cocas redondas y planas que se preparan con harina de maíz, unas veces sola y otras mezclada con harina de trigo, que se amasa con agua, sal y aceite pero sin levadura y que luego se acompaña con ingredientes tales como, salazones, huevo duro, atún, tomate frito, espinacas, acelgas y gambas, incluso embutido, colocándolo en el centro de la coca y envolviéndolos como si de un rollo se tratara.
Ingredientes:
Para la masa:
1 vaso de harina de maíz
1 vaso de harina de trigo
2 vasos de agua
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Para el relleno:
Tal y como he comentado, a gustos del consumidor. Yo hoy las haré de:
Atun y anchoas
Sobrasada y queso
Huevo duro y pimiento rojo asado
En un cazo calentaremos agua con sal y aceite hasta que comience a hervir. Separar, en ese momento, el cazo de fuego y echar la harina poco a poco, removiendo con una cuchara de madera enérgicamente y hacia ambos lados hasta que veamos que se deshacen los grumos y se nos queda una masa homogénea. Sabremos que está buena cuando no se nos pegue sobre las paredes del cazo. (Si hemos hecho bastante, cuando ya no queme, podemos amasar con las manos en vez de con la cuchara de madera). Hacer una bola con la masa y dejar reposar unos minutos pero sin dejar que se enfríe ya que luego se nos rompería al trabajarla. Echar un poco de harina sobre el banco de la cocina para que no se nos pegue y extender la bola con un rodillo de forma que se nos quede de un grosor de unos 3 ó 4 mm. Con la ayuda de una taza grande (unos 12 ó 14 cms de diámetro) iremos cortando trozos redondos. Los restos que se nos queden los volveremos a amasar y extenderemos y cortaremos nuevamente hasta que hayamos acabado con toda la masa. Iremos colocándolas en una bandeja y pondremos papel antiadherente entre ellas para evitar que se peguen unas a otras. Calentar una plancha de hierro (si no tenemos podemos hacerlo en una sartén o incluso en el horno), echar un chorrito de aceite e ir tostándolas por los dos lados (veremos que se nos dora ligeramente). Ahora ya solo nos queda ir colocando el relleno que hayamos elegido con una cuchara y a la mesa calentitas.
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