En noviembre del año pasado ya preparamos un pate de calabaza y comentamos sobre estas. Volvemos a destacar hoy que se trata de un alimento con propiedades anti-oxidantes muy beneficiosa para la salud. Buena para los ojos, próstata, corazón, rica en fibra e ideal en dietas para perder peso. La calabaza se puede comer de muchas maneras, en puré, mezclada con otras verduras, con arroz, en forma de confitura, pero probablemente, la manera más común de prepararla en muchos lugares de nuestra costa mediterránea es asada al horno y presentada de postre. Antaño, las mujeres llevaban las calabazas a las panaderías donde las cocían al horno de leña, pero hoy, todos tenemos en casa hornos de gas o eléctricos y aun es más sencillo.
Ingredientes
Calabaza
Azúcar (opcional)
Anís (opcional)
Miel (opcional)
La forma de prepararla no puede ser más sencilla. Calentar el horno a 180º, con calor arriba y abajo, cortar por la mitad longitudinalmente la calabaza, agregar, si queremos, un par de cucharaditas de azúcar y/o una copita de anís dulce y dejarla hasta que esté blandita. Solo deberemos tener la precaución de ir vigilándola de vez en cuando, para que no se nos queme. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de la calabaza y de la fuerza del horno. Orientativamente, entre una y dos horas, debe ser suficiente. Una vez asada dejar enfriar y servir a trozos. Hay quien le gusta regarla ligeramente con un poquito de miel.
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