Estoy seguro que a la mayoria de vosotros os ha ocurrido alguna vez lo que a mi hoy: Unos amigos han venido a tomarse un aperitivo y han acabado quedandose a comer. La receta que os presento es ideal para esto ya que en un momento y sin ningun tipo de complicación, se prepara un plato digno de una boda.
Nos hará falta.
5 colas de rape
2 patatas
2 cebolla
5 dientes de ajo
1 vaso (de los de agua) de caldo de pescado
Una cucharadita de pimenton
2 cebolla
5 dientes de ajo
1 vaso (de los de agua) de caldo de pescado
Una cucharadita de pimenton
Colorante
Pimienta blanca
Una ramita de perejil (opcional)
Aceite de oliva
Sal
Lo ideal es que el rape sea fresco pero hoy he utilizado unas colas que tenía en el congelador por aquello de la improvisación. Tambien suelo tener caldo de pescado congelado. Si no fuese ese el caso vuestro y podeis ir a comprar con antelación, preparar el caldo poniendo a cocer en una cazuela con agua, las cabezas del rape, el colorante, una ramitas de perejil y sal. Mientras pelar y cortar las patatas en rodajas de un centimetro aproximadamente, los ajos laminados y la cebolla en juliana. Calentaremos en una sarten aceite y doraremos ligeramente las tres cosas. En una bandeja de horno colocaremos el contenido de la sarten de base, las colas de rape previamente salpimentadas por encima, repartiremos el pimenton y un chorro de aceite. Finalmente echaremos el vaso de caldo de pescado y lo meteremos en el horno precalentado a 200º durante unos 15 minutos. Sabremos que el rape esta bueno cuando veamos que la carne empiece a separarse de la espina central. Un vinito blanco seco y sobre todo fresco acompañará muy bien.
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