No es que durante estas fechas y por estas tierras apetezca una sopa como esta pero la verdad es que la tenia en el tintero ya hace algún tiempo y seguro que a alguien le viene bien todavía probarla. La sopa de hoy tiene unos orígenes muy humildes y dependiendo de la zona donde viva cada uno, ciertas características típicas, aun que la base es siempre la misma: el ajo, el pan, el agua o caldo y el pimentón o pimientos choriceros. Verduras, hortalizas, incluso pescado se le puede añadir pero, que queréis que os diga, yo sigo siendo de los clásicos que prefiere la sopa de ajo tradicional y típica de las zonas frías interiores.
Para 4 personas nos hará falta
4 huevos
8 dientes de ajo
8 rebanadas (de barra) de pan duro
1 + ¼ litro de caldo de ave
1 hojita de laurel
3 cucharadas, de las de café, de un buen pimentón
Aceite de oliva
Pimienta negra
Sal
Cortar las rebanadas de un centímetro aproximadamente y quitar la corteza. En una cazuela de barro calentar aceite y sofreír los dientes de ajo pelados y laminados y el jamón cortado a taquitos pequeños. Cuando los ajos empiecen a coger color, agregaremos el pan y le daremos unas vueltas también. Quitar del fuego la cazuela, esperar un minuto a que baje el calor (en barro tarda un poco) y echar el pimentón. Esto se hace para que no se queme ya que si eso ocurriera amarguearía y estropearía la sopa. Removemos un poco para que se mezclen los sabores, añadimos el caldo de ave y el laurel, volvemos a poner la cazuela al fuego y dejamos cocer a fuego mínimo durante 15 ó 20 minutos. Mientras, cogeremos un bol y batiremos los huevos como si fuésemos a hacer una tortilla. Transcurrido ese tiempo, echaremos los huevos, un poco de pimienta y rectificaremos de sal. Dejar cocer un par de minutos más hasta que cuajen. Ojo con la sal porque el jamón normalmente suelta y es posible que no necesite mucha. Servir muy caliente en cazuelitas de barro individuales.
También es posible separar las yemas, echar solo las claras a la cazuela y las yemas crudas a cada cazuelita individual. Luego se le echa la sopa y se remueve.
Otra opción es mezclar el pimentón normal con un poco del picante. Ya conocéis el dicho de que sobre gustos no hay nada escrito
1 comentario:
esta sopa m´encanta, què bona!!!
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