No es necesario comentaros que para degustar un buen plato de nuestra cocina autóctona, no precisamos acudir a ningún restaurante. No digo que no podamos encontrar excelentes guisos en ellos, si no que a veces, una venta, el bar del pueblo o una humilde casa de campo con sus sillas de esparto y una mesa carcomida de madera vieja, son lugares tan buenos como otros para disfrutas de la verdadera cocina popular. Fijaros en el plato de hoy, se llama “cruet” porque todos los ingredientes se ponen en crudo.
Para 4 personas deberemos tener:
3 patatas medianas
2 cebollas
8 trozos bacalao desalado
½ pimiento rojo
Agua o caldo de pescado
1 vasito vino blanco
2 alcachofas
2 cucharaditas de pimentón rojo
3 tomates maduros
3 ajos
Un buen manojo de perejil
Aceite oliva
Sal
El bacalao lo desalaremos con 24 o 48 horas de antelación (según su grosor) dejándolo en un bol con agua, dentro de la nevera, con la piel hacia arriba y le cambiaremos el agua cada 5 ó 6 horas. Limpiar, cortar en rodajas de 1 cm y dejar el un bol con agua y unas gotas de limón las alcachofas para que no se ennegrezcan. En una sartén gazpachera coloraremos, todo en crudo, las patatas y las cebollas peladas y cortadas en lonchas del mismo grosor que la alcachofa, el pimiento rojo troceado. Encima, el bacalao cortado en trozos de unos 10 cm. Sobre este, los tomates pelados y picados, el pimentón, los ajos laminados y el perejil. Regar todo con un buen chorro de aceite de oliva, el vaso de vino blanco y el agua o mejor caldo de pescado, de manera que quede el bacalao prácticamente cubierto. Encender el fuego y dejar cocer a fuego medio hasta que quede prácticamente el aceite y un poco de caldo para mojar pan. Unos 20 minutos serán suficientes. Yo no le he puesto sal porque el bacalao ya le ha dejado pero habrá que rectificar si lo creéis conveniente. Una barra de pan y un buen vinito blanco bien frío creo que sería lo más apropiado para acompañar este plato.
Para 4 personas deberemos tener:
3 patatas medianas
2 cebollas
8 trozos bacalao desalado
½ pimiento rojo
Agua o caldo de pescado
1 vasito vino blanco
2 alcachofas
2 cucharaditas de pimentón rojo
3 tomates maduros
3 ajos
Un buen manojo de perejil
Aceite oliva
Sal
El bacalao lo desalaremos con 24 o 48 horas de antelación (según su grosor) dejándolo en un bol con agua, dentro de la nevera, con la piel hacia arriba y le cambiaremos el agua cada 5 ó 6 horas. Limpiar, cortar en rodajas de 1 cm y dejar el un bol con agua y unas gotas de limón las alcachofas para que no se ennegrezcan. En una sartén gazpachera coloraremos, todo en crudo, las patatas y las cebollas peladas y cortadas en lonchas del mismo grosor que la alcachofa, el pimiento rojo troceado. Encima, el bacalao cortado en trozos de unos 10 cm. Sobre este, los tomates pelados y picados, el pimentón, los ajos laminados y el perejil. Regar todo con un buen chorro de aceite de oliva, el vaso de vino blanco y el agua o mejor caldo de pescado, de manera que quede el bacalao prácticamente cubierto. Encender el fuego y dejar cocer a fuego medio hasta que quede prácticamente el aceite y un poco de caldo para mojar pan. Unos 20 minutos serán suficientes. Yo no le he puesto sal porque el bacalao ya le ha dejado pero habrá que rectificar si lo creéis conveniente. Una barra de pan y un buen vinito blanco bien frío creo que sería lo más apropiado para acompañar este plato.
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