3 de octubre de 2016

PULPO CON TOMATE


Una señora que me hubiese gustado conocer y que desafortunadamente ya no está entre nosotros, en muchas ocasiones decía: “Saber vivir es la clave que vivir todo el mundo sabe”. Lo digo porque platos de pulpo bien preparados podremos encontrar en muchos sitios, pero sinceramente creo que cuando probéis la receta de hoy, que con tanto cariño cocinaba dicha señora y que ha llegado a mis manos con correcciones generacionales, estoy convencido os costará cambiar la forma de guisar este cefalópodo. Simplemente espectacular.
Para 4 personas deberemos aprovisionarnos de:
4 pulpos de ½ kg aproximadamente cada uno
1 tomate maduro mediano
11 dientes de ajo (machacados a golpe)
1 vaso (de los de agua) de vino tinto
3 cucharaditas (de las de café) de pimentón rojo en hojilla.
Aceite de oliva
Si podéis comprar pulpos de roca, hacedlo ya que son mucho más sabrosos que los normales. Los limpiaremos y les separemos las patas una a una. Lo que es la cabeza podemos utilizarla para otros guisos aun que hay quien la trocea y los añade a las patas. Cogeremos una cazuela lo suficientemente grande como para que nos quepa todo y cubriremos el fondo con aceite de oliva, añadiremos, todo en crudo, el pulpo, el tomate partido por la mitad, los ajos chafados con piel y el pimentón. Mezclar todo y dejar cocer a fuego fuerte. Veremos como el pulpo va soltando agua. Esperar a que esta reduzca y regar con el vino. Bajar el fuego al mínimo y dejar cocer una hora aproximadamente hasta que la salsa reduzca y quede bien espesa Este tiempo es orientativo y depende de la potencia del fuego. Antes de que empiece a pegarse y el aceite sea visible, apagar el fuego. Quitar el pezón y la piel del tomate que se habrá deshecho. Servir con una buena barra de pan y … a mojaaaarrr.

Ya me contareis

15 de mayo de 2016

BIZCOCHO DE NARANJA


Es de todos conocido que la repostería de estas tierras quedó, sin ningún tipo de dudas, claramente influenciada por la presencia musulmana. Ingredientes como la harina, huevos, almendras, nueces, calabaza, uva pasa etc, era lo que más a mano se tenía y lo que se utilizaba tanto durante aquella época como ahora. Hoy mezclaremos parte de dichos ingredientes con la fruta más extendida por esta zona y con el invento que revolucionó, la fabricación de pan y de pastas, la levadura.

Nos hará falta:

4 huevos grandes (L),
200 gr. harina,
200 gr. azúcar,
½ vaso y un poco mas (de los de agua) de zumo de naranja (unos 200 ml)
½ sobre de levadura ROYAL,
1 cucharada sopera o dos de ralladura de naranja (a gusto de cada uno)
Una pizca de sal.
Mantequilla


Precalentar el horno a 200º. Tamizaremos la harina. Cogeremos una cucharada de harina y la mezclaremos con la levadura y reservar. Mezclamos el resto de la harina con la ralladura de la naranja. Exprimir las naranjas hasta conseguir el zumo necesario. Cascar los huevos y separar las claras de las yemas. Echar las claras en un bol con una pizca de sal y batir hasta montar. Añadir el azúcar y volver a batir. Echaremos poco a poco las yemas con cuidado de que no se nos baje mucho el merengue. Añadir el zumo, batir y luego la harina. Mezclar con cuidado y, una vez conseguido, añadir la mezcla de levadura y harina que habíamos reservado. Mezclar todo y verter en un molde de silicona o de aluminio, apto para horno, previamente engrasado con la mantequilla para que no se nos pegue. Cuando el horno haya alcanzado la temperatura deseada, meterlo dentro durante unos 30 o 35 minutos (depende del horno y del molde). Hay que vigilar que no se queme ni que se quede crudo por dentro. Es preferible que el molde tenga forma de rollo ya que el calor llega mejor al centro. Una vez cuajado, dejar enfriar y desmoldar. 

1 de mayo de 2016

TORTILLA DE ESPÁRRAGOS TRIGUEROS


Tenemos en casa una pequeña zona donde nos crecen espárragos trigueros. Su bajo aporte calórico y lo diurético que son los hace ideales para dietas de adelgazamiento pero preparados a la plancha, al vapor o como máximo, como hoy que voy a hacer una tortilla con ellos.

Nos hará falta:

½ manojo de espárragos
2 dientes de ajo
2 huevos
Un pellizco de cominos
Aceite de oliva
Sal

Cortar finos los espárragos desde la punta hasta que empecemos a notar que se hacen duros y cuestan de cortar. Desechar el resto. Filetear los ajos. Poner aceite a calentar en una sartén pequeña e ir confitando los ajos. Poco antes que empiecen a dorarse, echar los espárragos, un pellizco de sal y unos pocos cominos. Tapar y cocer a fuego lento sin dejar que se quemen. Mientras, batir los huevos. Cuando veamos que los espárragos estén ya cocidos, destapar, dejar que se evapore el poco caldo que haya. Echar los huevos y cuajar. Sencillo verdad. Los espárragos trigueros tienen mal maridaje pero si queréis acompañar de algo, probad con un fino fresco

10 de abril de 2016

PASTEL DE BERENJENA Y ATUN



Poco podemos decir de la berenjena que no hayamos dichos ya. La receta de hoy, facilísima de hacer y con ingredientes que podemos tener a mano un día cualquiera.

Para 4 personas

¾ kg de berenjena
200 g de atún en aceite de oliva
1 cebolla y media
1 cucharadita de cominos (de las de café)
125 g de queso de untar (crema)
Queso rallado
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Pelar y picar la cebolla. Pelar y cortar en cuadritos pequeños la berenjena y dejarlos en un bol con agua y unas gotas de vinagre o limón a fin de evitar que ennegrezcan. En una sartén lo suficientemente grande como para que quepa todo, calentar aceite y sofreír en primer lugar la cebolla hasta que empiece a transparentar. En ese momento agregar la berenjena, bien escurrida, el atún sin aceite, los cominos y un buen pellizco de sal. Mezclar y dejar a fuego medio durante un cuarto de hora aproximadamente. Añadir el queso de untar y mezclar todo hasta conseguir una masa espesa y homogénea. Con ella rellenaremos una bandeja de horno, echaremos por encima con queso rallado y meteremos unos minutos en el grill hasta que se deshaga y quede dorado.

25 de marzo de 2016

PASTEL DE ESPINACAS Y BACALAO


Desde el punto de vista gastronómico, el elaborar un buen plato, depende más de la proporción justa de sus ingredientes que de la suculencia de los mismos. Hoy vamos a ver una receta con ingredientes que no destacan por tener un sabor fuerte, pero el resultado queda siempre muy equilibrado y con una pinta espectacular. Además puede ser plato de cuaresma perfectamente.

Ingredientes necesarios:

1 hoja de masa de hojaldre
250 g de bacalao desalado
300 g de espinacas
15 g de pasas
15 g de piñones
2 dientes de ajo
100 g de mozzarella
1 cucharadita de pimentón dulce
2 huevos
200 cl de nata
Pimienta negra
Aceite de oliva
Sal

Calentar el horno a 180º. Dejar las pasas en agua tibia para que se vayan re hidratando. Cortar con unas tijeras el bacalao en trozos pequeños. Pelar y picar los dientes de ajo. En una sartén calentar un poquito de aceite y sofreír el ajo. Enseguida añadir las espinacas. Al principio nos parecerán muchas pero luego se queda en nada. Agregamos los piñones y las pasas y le damos a todo un par de vueltas. Por último, echamos el pimentón, mezclamos y reservamos todo. Volvemos a echar un poco de aceite y sofreiremos ligeramente el bacalao. Escurrir y reservar también. Extenderemos el papel que viene con la masa de hojaldre sobre un molde de unos 28 cm de diámetro, apto para el horno. A continuación extendemos la masa de hojaldre por encima y cortamos los trozos sobrantes. Yo he utilizado un molde desfondable pero si no tenéis, es importante o colocar papel o engrasar bien con mantequilla para evitar que luego se nos pegue. Pichar la masa del fondo del molde con un tenedor varias veces. En un bol batiremos los huevos, añadiremos la nata, salpimentaremos, mezclaremos todo bien, añadiremos las espinacas y el bacalao que habíamos reservado, todo bien escurrido. Cortaremos la mozzarella en trozos pequeños y añadiremos también. Una vez todo bien mezclado rellenar el molde de manera que quede todo uniformemente repartido. Meter en el horno durante unos 25 minutos. El tiempo depende de cada horno y nos debe quedar la masa dorada y la mezcla bien cuajada. Sacar del horno, dejar enfriar, desmoldar y a la mesa.

19 de marzo de 2016

GUISADO DE SEPIA Y TOMATES SECOS


En este blog, además de cómo prepararlos, ya hemos visto un montón de platos o entrantes que se pueden hacer con tomates secos. (Ensaladas, patés, arroces, guisos, etc) y hoy vamos a añadir uno más que estoy convencido os va a encantar.

Para 4 personas.

2 sepias pequeñas frescas
2 cebollas (si las preferimos tiernas entonces 3)
2 ajos tiernos
2 alcachofas
300 g de variado de setas
1 cucharadita de pimentón
Aceite de oliva
Sal


Cortar los tomates secos con unas tijeras y dejar, durante una hora, en un vaso de agua embotellada para que se re-hidraten. Cuando digo agua embotellada me refiero a que no sea del grifo ya que a veces suele absorben el sabor a cloro que esta pueda contener. Pelar, despuntar y cortar en cuartos las alcachofas y dejarlas en agua y unas gotas de limón para que no se ennegrezcan. Pelar la cebolla y los ajos y cortarlos finamente. Limpiar y cortar las sepias en trozos pequeños. Calentamos aceite en una cazuela y le damos unas vueltas a las alcachofas previamente escurridas. A continuación añadimos la cebolla y los ajos hasta que la primera esté casi trasparente. Añadir entonces los tomates re hidratados y las setas. (No tirar el agua de los tomates que luego la utilizaremos) y dejar friendo unos minutos procurando no se nos queme. Echar la sepia, mezclar bien y sofreír durante unos 8 minutos más. Agregar el pimentón, darle unas vueltas y regar inmediatamente con el agua de los tomates. Dejar cocer a fuego medio durante una media hora. Luego añadiremos un vaso de agua y subimos el fuego al máximo hasta que comience a hervir. Rectificamos de sal si fuese necesario y coceremos durante otra media hora a fuego mínimo. Una buena barra de pan y una botella de un  buen tinto de crianza no muy fuerte os vendrá que ni pintado. 

5 de marzo de 2016

TARTA DE ESPINACAS


La espinaca es una de las muchas verduras que los árabes nos dieron a conocer y que además de que posee unas magnificas propiedades nutricionales también se las recomienda para dietas, cálculos renales, anemias, prevención de enfermedades en general y, al ser ricas en fibra, para mejorar el tránsito intestinal. Podemos encontrarlas fácilmente durante todo el año aunque es en otoño y primavera cuando mejor están.

Para la receta de hoy nos hará falta:

1 bolsa de hojas de espinacas
1 puñado de piñones
Queso feta
3 dientes de ajo
½ cebolla
1 lata de atún natural
Hierbas provenzales u otra especia
2 puñados de pasas
1 masa de hojaldre cuadrada
Aceite de oliva
Sal

Cuando vayamos a comprarlas, si las preferimos frescas, elegiremos aquellas con la hoja brillante y sin manchas. Las lavaremos, quitaremos los posibles restos de tierra que tengan y desecharemos los tallos si tienen mucha fibra o están duros. Yo he optado por lo cómodo y he comprado un par de bolsas de esas que vienen ya limpias y troceadas. Precalentar el horno a 180º. Empezaremos pelando la cebolla y los ajos y los picaremos muy finos. En una cazuela pondremos a hervir agua y sal y escaldaremos las espinacas durante un par de minutos y las escurriremos bien. En una sartén con un poco de aceite sofreiremos la cebolla y los ajos. A continuación echaremos las pasas y los piñones al sofrito, mezclaremos bien y le daremos unas vueltas. Añadir las espinacas escurridas, las especias y un pellizco de sal. Remover. Cogeremos una fuente apta para el horno y extenderemos la masa de hojaldre sobre papel o engrasaremos el molde para que no se nos pegue, Le haremos las orillas con los dedos y pincharemos el fondo de la masa por varios sitios para que no hinche en exceso. Extender uniformemente el contenido de la sartén por toda la masa y meter en el horno unos 10 minutos. Sacar la bandeja, repartir el atún desmigado y escurrido y el queso por encima y volver a meter unos 10 ó 15 minutos más y listo. 

28 de febrero de 2016

CALAMARES EN SU TINTA CON ARROZ


La receta de hoy es un clásico en nuestras cocinas. Del calamar pocas cosas podemos decir que no hayamos comentado ya en este blog. Su versatilidad en la cocina lo convierte en uno de los cefalópodos más utilizados en nuestros fogones. A la plancha, con arroz, en fideua, con ajos tiernos, con tomate, fritos y como hoy, guisados, no dejarán indiferentes a nadie.

Nos hará falta para 4 personas:

1 kg calamares
2 cebollas
2 dientes de ajo
2 ó 3 tomates maduros (1/4 kg aproximadamente)
1 vaso (de los de agua) de vino blanco
2 sobres de tinta de calamar
Pimienta negra en grano
Sal (al gusto)  
Aceite de oliva virgen

Para el arroz hervido

1 taza de arroz
2 tazas de agua
1 diente de ajo
Aceite de oliva virgen
Sal

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien los calamares y quitarles los ojos, la boca y pluma interior y, por supuesto, sus tripas. Si podemos salvar la bolsita de tinta, la aprovecharemos también. Cortamos el calamar en trozos de unos 4 cm. Pelar las cebollas y cortarlas en juliana. Pelamos los tomates y picamos con el brazo de la batidora. Calentamos aceite de oliva en una cazuela y pochamos la cebolla  junto a un poquito de sal, a fuego medio durante unos 10 minutos removiendo de vez en cuando para evitar que se nos pegue. Mientras pelamos y picamos los ajos que añadiremos a la cebolla transcurrido dicho tiempo. También agregamos el tomate y continuamos unos 10 minutos más. Es el momento de agregar el calamar, salpimentar y mezclamos bien dejándolo, siempre a fuego suave, otros 20 minutos. Cogemos el vaso de vino blanco y echamos los sobres de tinta. Si hemos salvado la bolsa del calamar, pues también la vaciamos allí y removemos bien hasta disolverla toda. Lo agregamos a la cazuela,  removemos bien y dejamos cocer hasta que espese la salsa. Si vemos que al calamar le falta un poco siempre podemos añadir un poquito de agua. Observar que no hemos puesto mucha sal y es porque la tinta ya aporta bastante.

Preparamos el arroz en otra cacerola calentando una cucharada de aceite y sofriendo ligeramente en ella  un diente de ajo al que habremos hecho un corte. Echamos el arroz y un pellizco de sal. Removemos durante 1 minuto y echamos el agua. Subimos el fuego hasta que comience a hervir y luego lo dejamos al mínimo durante unos 20 minutos. Retirar el ajo. Colocar el arroz en una taza, apretamos un poco para que coja forma y montamos el plato desmoldando el arroz en el y añadiendo el calamar en su tinta. Buen provecho.

20 de febrero de 2016

PATE DE TOMATES SECOS


Uno de los sabores más tradicionales de nuestro Mediterráneo es el de los tomates secos o deshidratados. Ya explicamos en los inicios de este blog como secamos al sol los tomates y lo versátiles que son en la cocina. De hecho, los hemos usado en ensaladas, arroces, fritos, con robellones y en algunas recetas más. Hoy vamos a preparar un pate con ellos que estoy convencido os va a gustar pese a su sabor fuerte.

Los ingredientes serán:

90 gr de tomates secos ya hidratados
12 aceitunas negras (mejor sin hueso)
1 diente de ajo
1 cucharadita de orégano seco
½ cucharadita de pimienta negra molida
30 ml de vermut
30 ml de agua de hidratar los tomates
7 almendras tostadas
1 par de anchoas (opcional)
1 cucharada de zumo de limón
Una pizca de pimentón dulce
Sal
Aceite de oliva


Un par de horas antes de empezar a preparar el paté, dejaremos los tomates secos en un bol con agua tibia para que se re hidraten. Mientras trocearemos las aceitunas negras y les quitaremos el hueso si las hubiésemos comprado con él.  Echaremos todos los ingredientes en el vaso de la batidora excepto las anchoas y trituraremos. Iremos añadiendo aceite poco a poco hasta conseguir la consistencia de una sobrasada. Rectificar de sal si fuese necesario, echarlo todo en un cuenco y a la mesa junto a unos trocitos de pan para untar. Yo he puesto unos trocitos de anchoa encima para acompañar. Un buen vino tinto os irá estupendamente.  

14 de febrero de 2016

LICOR DE ACEROLA


Allá por octubre del 2014 presentamos en este blog lo que es la acerola. Hoy vamos a preparar un licor con dicha fruta.

Nos hará falta:

800 g de azúcar
1 litro de agua mineral
1 kg de acerolas
750 cl de aguardiente


Lo primero que tenemos que hacer el limpiar las acerolas y quitarles los rabos. En una cazuela lo suficientemente grande para que nos quepa todo, echamos el agua y el azúcar y removemos hasta conseguir que se disuelva bien. Luego dejaremos cocer unos 15 ó 20 minutos a fuego moderado y con la tapa puesta, removiendo de vez en cuando hasta conseguir un almíbar ligero. Añadiremos la fruta y dejaremos cocer 5 minutos más. Apagar y dejar enfriar. Buscaremos una botella de vidrio con boca lo suficientemente ancha como para que pasen las acerolas y las echaremos dentro. Añadiremos el aguardiente y el almíbar previamente colado (mejor si el colador es de tela). Dejar macerar unos 20 días en lugar fresco y oscuro. Volver a colar, embotellar y dejar reposar unos 3 meses.

7 de febrero de 2016

ORTIGAS DE MAR


Hoy voy a presentaros un plato que me rondaba por la cabeza desde los inicios de este blog y que, por no poder conseguir su ingrediente principal, he tenido que ir pos-poniéndolo hasta ahora. Se trata de la ortiga de mar o anémona. Su consumo está muy generalizado por Andalucía, especialmente en la costa gaditana pero no es raro ver platos preparados con ellas por el resto de nuestras costas. De hecho las están incorporando a los fogones de algunas de las más renombradas cocinas. Parece una planta marina pero está clasificada como animal en el grupo de los celentéreos. Vive pegada a las rocas y su dieta se compone de plancton e incluso pequeños peces y cangrejos que capturan con los tentáculos dotados de células urticarias que tienen en su parte superior. Desde el punto de vista dietético podemos decir que son pura proteína y muy poca grasa, siendo los que sufren de gota o ácido úrico los únicos que no deben abusar de su consumo ya que lo que si que tienen son bastantes purinas que luego nuestro cuerpo transforma en ácido úrico. Gastronomicamente hablando diría que lo más normal es presentarlas fritas tal y como las prepararemos hoy pero también pueden consumirse con arroz o en revueltos y tortillas.

Ingredientes:

Ortigas de mar
Harina de trigo
Aceite de oliva
Sal
Vinagre

Antes de empezar os recuerdo que las ortigas llevan células urticarias. Podéis tocarlas y cogerlas con las manos sin ningún problema, salvo que tengáis algún tipo de alergia claro está, pero ni se os ocurra, sin lavaros, rascaros o tocaros otras zonas del cuerpo con la piel más blanda ya que enseguida se os irritaría.
Lo primero que tenemos que hacer es quitar, ortiga a ortiga, todas las piedras, caracolas, algas o restos de pequeños pescados y cangrejos que puedan tener. Luego las echaremos en un bol y pondremos agua, sal y un buen chorro de vinagre y las enjuagaremos bien. Las sacaremos con las manos y las dejaremos en otro bol. Desecharemos el agua del primer bol que veréis se ha quedado sucia y babosa. Repetiremos la operación un par de veces aun que tampoco conviene remover demasiado las ortigas ya que se deshacen. Una vez limpias las escurriremos bien. Echaremos harina y un poquito de sal en un plato. Calentaremos abundante aceite en una sartén. Iremos rebozando una a una y pasándolas por el aceite apenas. El truco es freír cuatro o cinco cada vez ya que así las sacamos enseguida y no se nos queman. Ir dejándolas en papel absorbente para quitar el exceso de grasa. Una vez fritas todas las colocaremos en un plato y a la mesa a disfrutar. Esta es la forma más sencilla de comerlas. También hay quien prepara el rebozado con harina, huevo, cerveza y sal.



24 de enero de 2016

PASTEL DE CALABAZA


Hoy os presento una receta que por su sencillez y por la ausencia a aparatos técnicos, estoy seguro animará y ayudará a aquellas personas que no quieren o no saben hacer un postre en su propia casa,  a decidirse.

Los ingredientes son:

½ kg de pulpa de calabaza asada (o hervida)
4 huevos
8 cucharadas soperas de harina
8 cucharadas soperas de azúcar
1 sobre de 16 g de levadura en polvo
1 yogurt natural
½ vaso del yogurt utilizado de aceite de girasol
1 cucharada de las de café de canela
La ralladura de un limón
1 pastilla de chocolate con avellanas


Pre-calentar el horno a 200º. En un bol mezclar bien la harina, el azúcar, la canela y la levadura. Batir los huevos y añadirlos también. A continuación ir añadiendo el resto de ingrediente y mezclar hasta conseguir una masa homogénea. Cogeremos un molde redondo con el fondo desmontable de unos 30 centímetros  y lo cubriremos con papel de aluminio. Engrasarlo con un poco de mantequilla para facilitar luego su extracción. Rellenar el molde con el contenido del bol y meter en el horno pre-calentado durante unos 45 ó 50 minutos. Con una aguja comprobaremos que ya está hecho. Cuando se haya enfriado, le daremos la vuelta, desmontar el molde y quitaremos el papel. Colocarlo en una bandeja o plato grande. Cortar en trozos la pastilla de chocolate y meterlos en recipiente de cristal  resistente y que pondremos a hervir en un cazo de diámetro más ancho al baño maría evitando que el que contiene el chocolate toque su fondo y procurando que no salpique el agua al chocolate por que se nos cortaría. Iremos removiendo siempre a fuego lento hasta conseguir fundirlo totalmente. Cubrir inmediatamente el pastel ya que si nos esperamos y se enfría se no volverá a solidificar. 

17 de enero de 2016

CODORNICES EN ESCABECHE


En este blog ya hemos visto como preparar caballa, bonito y berenjena en escabeche y hoy vamos a probar con codornices. Poco podemos comentar ya del escabeche. En cuanto a las codornices, la parte que nos interesa es que se trata de un ave que se alimenta básicamente de gramíneas y de algún que otro insecto con carne más o menos sabrosa dependiendo si es silvestre o de granja. Las primeras, obviamente son mucho mejores y tienen la carne de color más oscuro y dura que las segundas. En general su carne aporta bastantes proteínas, hierro y vitaminas B2 y B6 y puede ser de dieta si no la acompañamos de ninguna salsa de esas que son caloría pura.

Para 10 codornices nos hará falta:

1/2 kg de cebollas
2 zanahoria (unos 400 g)
5 dientes de ajo
2 ramitas de perejil
4 hojas de laurel
½ cucharada sopera de pimienta negra en grano
1/2 cucharada sopera de tomillo y orégano
1 vaso (de los de agua) de vino blanco seco
1 vaso (de los de agua) de vinagre de vino blanco
2,5 vasos de agua
1 vaso (de los de agua) de aceite de oliva
Sal

Cortamos la cebolla en juliana y la zanahoria en rodajas, Como probablemente hayáis comprado las codornices en la tienda ya os vendrán peladas y en algunos casos limpias y vacías. Si no fuese así y sois de los privilegiados que habéis recogido codornices silvestres ya sabéis que os toca desplumarlas y vaciarlas por dentro. Sea como sea, cortarlas en cuartos y salarlas. Calentamos el aceite en una cazuela lo suficientemente grande para que nos quepa todo y sofreímos primero que todo la carne y los ajos enteros y sin pelar. Una vez las tengamos bien doraditas, las retiramos, quitamos medio vaso de aceite y con el restantes pochamos la zanahoria y la cebolla, agregamos el perejil, el laurel, la pimienta, el tomillo y el orégano, agregamos la carne otra vez, mezclamos bien y dejamos unos 10 minutos aproximadamente a fuego moderado. Es el momento de añadir el vino, el vinagre y el agua. La cantidad de agua es aproximada y dependerá del tamaño de la cazuela. Debe ser suficiente como para cubrir el contenido de la misma. Ahora solo debemos dejar cocer, con la tapa puesta, unos 45 minutos a fuego mínimo. Es recomendable dejar que se enfríen antes de comer. Si las guardamos en la nevera pueden durar 6 ó 7 días perfectamente y también las podéis congelar por raciones y sacarlas cuando nos apetezca. Creo que un cava brut os acompañará bien