La cocina popular valenciana habitualmente ha quedado al margen de las pomposas elaboraciones culinarias, decantadose por las recetas sencillas y con ingredientes naturales que tan a mano teniamos y tenemos. Revisando que es lo que se hacía con la harina en nuestros fogones hace unos siglos, nos encontraremos con que además del pan y de la reposteria dulce, aparecen las cocas o panadas que, según el lingüista y folklorista Mosen Alcocer, eran una masa de harina pastada y cocida con aceite de forma circular u ovalada, aplanada a la que se le añadian ingredientes tales como carne, pescado o verduras. La llamada globalización tambien ha actuado dentro del ambito cultural y como no, gastronómico. Por ello, además de nuestras cocas, hoy podemos encontrar recetas parecidas originarias de otros paises. Asi tenemos la internacional pizza y, en menor medida, la quiche, receta a la que nos vamos a dedicar hoy. La palabra quiche se deriva del vocablo Kuchen que significa “pastel” y su divulgación internacional ha hecho que nos llegara su receta a nuestras tierras y que adaptasemos sus ingredientes a lo que tenemos por aquí. Asi nació la llamada quiche mediterranea, que un dia comentaremos y que se elabora, como no, con nuestras verduras más conocidas, tomate, pimiento y calabacín. Sin embargo hoy os voy a presentar otra que estoy convencido os gustará a la mayoria, que me llamó la atención tanto por la rareza de sus ingredientes como su sencillez de elaboración.
Debereis tener:
50 g de tomates secos
100 g de aceitunas negras sin hueso
1/4 litro de nata (yo he utilizado ¼ kg de queso fresco)
3 huevos Queso parmesano rallado (opcional)
100 cc de leche
Un manojito de perejil
1 lamina de masa brisa
Pimienta
Nuez Moscada
Sal
Lo primero que hay que hacer es hidratar los tomates secos dejandolos en agua caliente durante una media hora. La masa de la quiche podemos hacerla nosotros mismos pero yo he preferido agilizar el tema usando masa brisa. Forrar un molde engrasado con la lámina de masa y recortar los bordes sobrantes si los hay. Pinchar con un tenedor por toda la base de la masa para que respire y no se hinche y meterla sobre la mitad del horno precalentado a unos 180º durante unos 10 minutos con solo el grill encendido. Mientras, meter en un bol los huevos, la leche, el perejil picado, la nata (yo la he sustituido por queso fresco por aquello de la dieta y se me ha quedado muy suave), bastante pimienta, nuez moscada y sal. Mezclarlo todo hasta conseguir una masa homogenea y sin grumos. Si viésemos que se nos queda demasiado espesa, siempre podemos añadir algo mas de leche. Picar fino los tomates y las aceitunas, echarlas en el bol y mezclar bien. Sacar del horno el molde, rellenarlo con el contenido del bol y repartirlo de forma uniforme. Opcionalmente podemos añadir un poco de queso rallado por encima. Volvemos a meterlo en el horno a la misma temperatura pero con las fuentes de fuego repartidas por arriba y por abajo. Con unos 20 ó 30 minutos más será suficiente. Vigilar que la parte de arriba se doré pero sin que llegue a ennegrecer. Ya me contareis.
50 g de tomates secos
100 g de aceitunas negras sin hueso
1/4 litro de nata (yo he utilizado ¼ kg de queso fresco)
3 huevos Queso parmesano rallado (opcional)
100 cc de leche
Un manojito de perejil
1 lamina de masa brisa
Pimienta
Nuez Moscada
Sal
Lo primero que hay que hacer es hidratar los tomates secos dejandolos en agua caliente durante una media hora. La masa de la quiche podemos hacerla nosotros mismos pero yo he preferido agilizar el tema usando masa brisa. Forrar un molde engrasado con la lámina de masa y recortar los bordes sobrantes si los hay. Pinchar con un tenedor por toda la base de la masa para que respire y no se hinche y meterla sobre la mitad del horno precalentado a unos 180º durante unos 10 minutos con solo el grill encendido. Mientras, meter en un bol los huevos, la leche, el perejil picado, la nata (yo la he sustituido por queso fresco por aquello de la dieta y se me ha quedado muy suave), bastante pimienta, nuez moscada y sal. Mezclarlo todo hasta conseguir una masa homogenea y sin grumos. Si viésemos que se nos queda demasiado espesa, siempre podemos añadir algo mas de leche. Picar fino los tomates y las aceitunas, echarlas en el bol y mezclar bien. Sacar del horno el molde, rellenarlo con el contenido del bol y repartirlo de forma uniforme. Opcionalmente podemos añadir un poco de queso rallado por encima. Volvemos a meterlo en el horno a la misma temperatura pero con las fuentes de fuego repartidas por arriba y por abajo. Con unos 20 ó 30 minutos más será suficiente. Vigilar que la parte de arriba se doré pero sin que llegue a ennegrecer. Ya me contareis.
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