9 de noviembre de 2008

ROVELLONES CON CONEJO Y CARACOLES

El rovellon es un hongo de color anaranjado que, si las precipitaciones otoñales son abundantes, podremos encontrar en nuestros pinares mediterraneos y en terrenos cubiertos de hojarasca y pinocha, desde octubre hasta ya bien avanzado el invierno. Hoy vamos a prepararlos en un guiso con conejo y caracoles. Nos hara falta:

800 g de conejo troceado (con su higado)
12 rovellones
4 docenas de caracoles (vaquetas)
2 dientes de ajo
1 hojita de laurel
1 puñadito de romero, tomillo y pebrella
2 rebanaditas de pan
2 cucharaditas de pimentón
Aceite
Sal
Agua

Salpimentar el conejo. Limpiar de tierra con un trapo limpio y sin agua los rovellones y trocearlos. En una cazuela con aceite sofreir los ajos laminados, el pan y el higado del conejo. Una vez frito dejaremos que se enfrie y lo majaremos en el mortero junto a una puñado de romero, tomillo o pebrella y el pimentón. En el mismo aceite y a fuego fuerte, dorar el conejo junto a una hojita de laurel y cuando empiece a tomar color, añadir el majado e inmediatamente cubrir con agua. Remover bien, añadir sal y dejar cocer, a fuego lento, unos 30 minutos con la tapa puesta. Añadir los rovellones troceados y los caracoles previamente limpios y hervidos, rectificar de sal y dejar cocer 10 minutos más.

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