Vamos a necesitar para 4 personas
800 g de bacalao
2 cucharaditas de pimentón
Sal,
Aceite de oliva
Perejil
Cebolla (opcional)
3 tomates (opcional)
Cuando se compre el bacalao nos aseguraremos del punto de sal y si hace falta desalarlo, lo haremos poniéndolos en remojo 48 horas antes (dependiendo del grosor y de lo salado que esté) y cambiando el agua cada 3 ó 4 horas hasta el punto deseado. Escurrirlo, enharinarlo y dorarlo en una sarten con aceite a fuego bastante fuerte. De lo que se trata es que se quede frito por fuera y crudo por dentro para que no se nos seque y quede jugoso. Retirarlo y ponerlo en una bandeja de horno (metalica). Bajamos en fuego y en el mismo aceite sofreiremos ligeramente los ajos laminados, echaremos el pimentón e inmediatamente, para evitar que éste se queme, regar con el vino blanco. Dejaremos unos minutos que se evapore el alcohol. Una vez colocados los trozos de bacalao en la bandeja, echar una pizca de pimienta blanca por encima y regar todo con el contenido de la sarten. Meter la bandeja en el horno precalentado con el grill a 200º y dejar 5 ó 10 minutos. Emplatar, regar con un poco de caldo de la bandeja y espolvorear con el perejil picado por encima. Opcionalmente hay quien, como yo, parte unos tomatitos y unas cebollas pequeñas por la mitad, le da unas vueltas en el mismo aceite y las echa en la bandeja a modo de acompañamiento antes de meter en el horno. Servir caliente en la mesa en la misma bandeja.
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