Aun que hoy en dia ya no es tan habitual, lo cierto es que en nuestra comunidad, el tomarse un aperitivo o tapeo antes de las comidas ha sido una costumbre que hemos tenido muy arraigada. Para unos, solo el mero hecho de abrir el apetito ya lo justificaba, para otros, es el placer de satisfacer al paladar. Finalmente, si tenemos en cuenta que hasta no hace mucho, la agricultura era la forma de sustento de muchas familias, acudir al bar a tapear, era un manera de comentar las tareas diarias, localizar a personas, buscar y ofrecer jornales y pagar los trabajos encargados. En este blog hemos comentado ya muchas recetas que bien podian elaborarse como tapas (sangre, bull con cebolla, salazones, huevas, habas, hinojo marino y un largo etc), pero no quisiera dejar pasar la oportunidad de comentar los humildes cacahuetes y altramuces.
El cacahuete es una planta originaria de America que llego aquí y se adaptó con bastante rapidez. Inicialmente se usaba la planta como alimento para las caballerizas pero pronto se supo valorar las posibilidades que tenian su fruto para la elaboración de aceites y uso para el tapeo. Quien quiera degustarlas, lo logico es comprarlas ya asadas y listas para consumir, pero para aquellos nostalgicos que prefieren comprarlas crudas o disponen de huerto donde plantarlas, basta separarlas de la planta, colocarlas en una bandeja de horno, añadir sal y asar a fuego bajo. Otra opcion es quitarles la cascara y freirlas en aceite a fuego lento. Dejarlos en papel absorbente y todavía en caliente, salarlos.
El altramuz, en cambio, es mucho menos utilizado que el resto de las leguminosas ya que tiene mayor cantidad de grasa aun que sea de la no saturada. Para consumirlos tenemos que, o bien comprarlos ya en salmuera, o adquerirlos crudos y quitarles el amargo de sus alcaloides dejandolos en agua fria unas 12 horas. Transcurrido ese tiempo se vuelven a cubrir con agua fría y se cuecen a fuego lento. Después de cocerlos se añade de nuevo agua fría y sal (o mejor agua de mar) y se conservan de esta forma durante una semana. Es importante cambiar dos veces al día el agua salada para mejorar su sabor.
Ya solo nos queda servirlo todo a la mesa. A mi personalmente me encantan los altramuces con un poco de pimienta negra molida y un pellizco de sal. Y, por supuesto, que no se os olvide acompañarlo de una cerveza fria o de un buen vaso de vino.
Ya solo nos queda servirlo todo a la mesa. A mi personalmente me encantan los altramuces con un poco de pimienta negra molida y un pellizco de sal. Y, por supuesto, que no se os olvide acompañarlo de una cerveza fria o de un buen vaso de vino.
1 comentario:
A mi me encantan los altramuces un poco salados... rs rs. En mi país Portugal solemos comer muchos altramuces cada día. Lo que pasa es que estoy viviendo hace 7 años en España y acá en Cataluña son un poco más difíciles de encontrar, en cambio, en mi país los encuentras en cualquier lugar.
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